Kruta es una pequeña población a orillas del río Kruta, en el departamento de Gracias a Dios, la muskitia hondureña. A Kruta se llega en lancha, en un viaje de unas dos horas atravesando la laguna de Karatasca desde Puerto Lempira y luego recorriendo estrechos canales que atraviesan hermosos manglares. Lo primero que el viajero nota es el imponente río Kruta que se desliza mansamente hacia el mar Caribe. Y ahí, en su orilla, está la Escuela Dionisio de Herrera y sus niños y niñas perfectamente uniformados recibiendo clase. Mi Primer Diario estuvo allí, entregando a cada niño un ejemplar de la edición del mes pasado.




