
Todas las personas, niños y adultos, tenemos un ombligo en el mismo lugar de nuestro cuerpo. Pero no todos los ombligos tienen la misma apariencia. Tómate un segundo para revisar el tuyo. ¿Esta hacia adentro o hacia fuera?
Oxígeno y comida
Cuando un pequeño bebé se está desarrollando en el vientre de su mamá no puede respirar ni alimentarse. El cordón umbilical, un tubo flexible, es el encargado de llevar oxígeno y comida de la madre al bebé.
El cordón umbilical también se encarga de transportar los desperdicios del bebé hacia la madre para que su cuerpo se deshaga de ellos. ¿Sabías que tu ombligo marca el lugar donde estuvo conectado tu cordón umbilical?
Pequeño trozo
Cuando el bebé nace, deja de necesitar un cordón umbilical. Es más, el médico corta el cordón de manera que solo quede un pequeño pedazo junto a la piel. Al pasar los días, el bebé ya tiene su propio ombligo.
El ombligo, además de ser un lindo recuerdo, es una parte de nuestro cuerpo que no necesita de muchos cuidados. No es necesario que lo limpies por dentro ni que remuevas en su interior. Bañarte todos los días es suficiente para mantener un ombligo limpio y sano.

5
días después de
haber nacido el bebé
se marchita el cordón umbilical.